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Un buen masaje relaja el cuerpo y la mente y la elección del aceite para masajes contribuye en conseguir ese resultado. Los aceites vegetales prensados en frío son 100% naturales y su composición natural permite hidratar y nutrir la piel contribuyendo a la regeneración celular. No sirve cualquier aceite vegetal. Debe ser una de viscosidad baja, que no sea pegajosa para que las manos puedan deslizarse fácilmente sobre el cuerpo. Además de la sensación que nos aporta el aceite, su textura y aroma, también es importante conocer sus propiedades curativas para así elegir el aceite que mejor se adapte a nuestras necesidades:

Aceite de jojoba – Su composición es muy cercana al sebo que produce nuestra piel de forma natural, por lo que es ideal para hidratar y regular el exceso de sebo en la piel. Es el aceite que mejor se absorbe en la piel y cuenta con propiedades antibacterianas y reequilibrantes, que lo hacen muy buena opción para pieles grasas.

Aceite de argán – El aceite de argán es muy popular para los masajes. Es un humectante, muy rico en vitamina E que se absorbe rápidamente en la piel, dejando la piel nutrida. Es muy buena opción para pieles maduras y apagadas debido a su alto contenido en antioxidantes naturales.

Aceite de rosa mosqueta – Este aceite es conocido por sus propiedades antiedad y sus propiedades cicatrizantes: regenera la piel a fondo, reduce las arrugas y disminuye las estrías. Por eso es un aceite ideal para masajes anticelulíticos o masajes postparto.

Los tres aceites se pueden combinar con la maderoterapia corporal. Este es un tratamiento de masajes naturales en los que se usan utensilios de madera con el objetivo de moldear la figura y ayudar a descomponer la grasa y la celulitis. A nivel general, el conjunto de estos masajes ayudan a activar la renovación celular, estimular y mejorar la circulación sanguínea, activar el drenaje linfático, reducir la celulitis y aliviar la retención de líquidos. Además de sus beneficios estéticos, esta terapia es conocida por acelerar el metabolismo y aliviar los músculos tensos.